La siguiente banda fue Dánae. Los matemáticos lo hicieron una vez más: dieron un espectáculo vibrante, preciso, emotivo y poderoso. Pero claro, no puedo hablar mucho de Dánae, sin que se me acuse de poco objetivo. Es que la música de estos tipos me apasiona. Lo interesante anoche fué que aprovecharon la ocasión para presentar nuevos arreglos para su repertorio, e incluso recuperando trabajos de años atrás que, muy interesante esto, sonaron vigentes. Estos cuatro amigotes, que muestran en escena cuanto respeto mutuo y oficio tienen, nos deleitaron con un set que fue cálidamente recibido y acompañado por el público. Mientras los miraba ayer pensaba que la música de Dánae no podría existir fuera de Dánae: sería imposible lograr semejante obra sin el complemento de ser quienes son, no sé si me explico. Cualquier músico con pericia podría tocar lo que fuera, pero para tocar la música de Dánae se necesita ser Pablo, Marcelo, Willi y Sergio. Esa es su esencia. Por eso suenan así. Insuperables.
Dánae precalentando
Mepertenece Cronica del 2º dia progre
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